Por qué las lecciones, realizadas boca abajo, son tan poderosas

Foto: © International Feldenkrais® Federation Archive, Robert Golden

Acabo de leer un artículo de David Zemach-Bersin que me parece muy interesante pues aborda el tema de realizar lecciones boca abajo las cuales suelo dar, menos de lo que me gustaría, debido a las reticencias de mis alumnos. Cada vez que preparo una lección en estas condiciones suelo oír bastantes quejas. La explicación que da para realizarlas es tan importante que si la supiesen esas personas a las que no le gusta esta posición, las reticencias desaparecerian. Este es el motivo por el que comparto la explicación de por qué las lecciones de Feldenkrais, realizadas boca abajo, son tan poderosas.

¿Tiempo boca abajo?

La primera etapa de nuestra vida tiene una enorme influencia en quiénes nos convertimos, en lo que sentimos que podemos o no hacer y en nuestra percepción del mundo. En otras palabras, nuestra formación temprana influye en nuestra adultez. Esta influencia comienza con el movimiento. Las primeras etapas de nuestro desarrollo, principalmente preverbales, moldean aspectos cruciales como la postura, la visión y nuestro sentido de capacidad.

Los caballos y muchos otros mamíferos nacen con las habilidades que necesitarán para sobrevivir en la edad adulta o las adquieren rápidamente. Un caballo puede ponerse de pie a los pocos minutos de nacer, mientras que nosotros tardamos entre diez y catorce meses en ponernos de pie. Necesitamos un largo periodo de aprendizaje antes de poder levantarnos del suelo, y luego, la capacidad de caminar tarda unos meses más en desarrollarse.

Durante nuestro desarrollo temprano, pasamos mucho tiempo boca abajo. Las habilidades que aprendemos durante esta etapa son tan esenciales que, sin ellas, no podríamos mantenernos erguidos. Estas incluyen la capacidad de orientar la cabeza en relación con el horizonte y usar la vista para comprender nuestro entorno. Lo más importante es que, al estar boca abajo, se desarrollan los músculos de la espalda y la coordinación entre los extensores y flexores. Es una etapa crucial para cada uno de nosotros.

Pero el aprendizaje sensoriomotor que ocurre al estar boca abajo rara vez se desarrolla de forma ideal; con frecuencia se ve interrumpido y afectado por el desarrollo social que ocurre simultáneamente. Aprendemos qué es deseable o indeseable en relación con nuestros cuidadores, y este desarrollo social también se integra con nuestro desarrollo físico. Por lo tanto, nuestra organización y capacidad de movimiento también se ven significativamente influenciadas por nuestro desarrollo emocional y social, y por dinámicas como el castigo y el estímulo.

Muchos padres animan a sus hijos a caminar desde pequeños y los consideran «avanzados» cuando lo hacen. Sin embargo, cuando se anima a los niños a caminar alrededor de los nueve, diez o incluso once meses, puede tener un precio desafortunado, ya que este es el mismo período en el que, idealmente, están boca abajo, desarrollando la organización de los músculos de la espalda. Los músculos de la espalda de un niño que camina temprano a menudo no están tan bien organizados ni tan fuertes como lo estarían si hubieran pasado más tiempo boca abajo. Desarrollamos nuestra capacidad de erguirnos gradualmente, siguiendo un curso lógico: desde estar boca abajo hasta mirar hacia arriba, arrastrarnos y gatear. Cada una de estas etapas implica la maduración de los músculos de la espalda.

Si nuestro desarrollo durante este período fundamental se ve distorsionado, acortado o limitado de alguna manera, nuestra organización erguida puede verse afectada. Nuestra organización influye en todo lo que hacemos cuando estamos erguidos: nuestra postura, nuestro movimiento y todas nuestras actividades, así como en nuestra sensación de capacidad.

Tras más de cincuenta años trabajando con clientes en privado, he observado que muchas de las lecciones clave han implicado acostarse boca abajo. Muchos de nosotros ignoramos, o hemos olvidado, partes del aprendizaje de esa etapa de nuestro desarrollo. Por ello, ¡todos nos  beneficiamos de realizar las lecciones de Feldenkrais boca abajo!

Reconozco que algunos nos resistimos a acostarnos boca abajo. Quizás nos resulte incómodo y no lo hayamos hecho en años; ha desaparecido de nuestro repertorio de hábitos cómodos. Pero quienes se resisten a acostarse boca abajo suelen ser quienes más se benefician.

Extracto artículo de David Zemach-Bersin

Traducido al español por Esther Niego Palatchi

8 Respuestas a “Por qué las lecciones, realizadas boca abajo, son tan poderosas

  1. Hay que hacer los ejercicios boca abajo a pesar de la incomodidad? y qué hacemos si provoca dolor la posición? Gracias.

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