Acuéstate sobre el suelo y observa los apoyos de la cabeza, la espalda, la pelvis, el peso de los brazos y las piernas.
- Gira la cabeza de lado a lado y presta atención a qué lado va más fácil y cómodo. Puedes dejar las piernas alargadas sobre el suelo o dobladas, apoyando las plantas de los pies.
- Abre y cierra la boca con mucha suavidad, varias veces y observa cómo lo haces.
- Con la lengua recorre toda la cavidad bucal, percibiendo la textura del paladar y los dientes. Explora. Descansa.
- Deja la boca cerrada, permitiendo que los labios estén en contacto con suavidad y coloca la lengua entre el labio superior y el maxilar superior, como queriendo tocar la nariz por el lado interno.
- Simplemente quédate en esa posición todo el tiempo que sea agradable. Descansa.
- Vuelve a la posición anterior y comienza a explorar con la lengua la encía, dientes y borde de los labios. Varias veces. Descansa.
- Nuevamente coloca la lengua entre el labio superior y el maxilar superior y avanza con la lengua hacia la derecha un diente y vuelva al centro. Sólo hacia la derecha, siempre avanzando de a un diente y volver hasta completar toda la mitad derecha superior. Descansa.
- Observa la cavidad bucal y presta atención.
- Misma posición de la lengua, explora de la misma manera la mitad superior izquierda. Descansa.
- Abre y cierra la boca. Cómo lo haces ahora?
- Coloca la punta de la lengua entre el labio inferior y el maxilar inferior y realiza las exploraciones diente por diente en la mitad derecha inferior. Descansa.
- Misma consigna en la mitad izquierda inferior. Descansa.
- Abre la boca y desliza el maxilar inferior de lado a lado, sin cambiar el apoyo de la cabeza y observando cómo va en cada lado. Descansa.
- Percibe la cavidad interna de la boca y cómo flota la lengua.
- Abre la boca varias veces, con mucha suavidad.
- Pasa la lengua por delante y por detrás, ambas direcciones diente por diente, en el maxilar superior, lado derecho. Descansa y compara los dos lados.
- Misma consigna para el lado izquierdo.
- Repetir en el maxilar inferior.
- Abrir y cerrar la boca varias veces, con mucha suavidad.
- Coloca la lengua entre el labio superior y el maxilar superior y dibuja círculos sobre los dientes yendo de lado a lado.
- Cambia la dirección y repite los círculos.
- Haz lo mismo sobre los dientes del maxilar inferior. Descansa.
- Observa los cambios en los apoyos.
Gira la cabeza de lado a lado y presta atención con qué suavidad se mueve el cuello ahora, cómo así es el contacto que tienen ahora la espalda y los hombros sobre el suelo.
Puedes hacer también Feldenkrais todos los días! Cómo liberar tensión y dolor en el cuello y completar esta clase, con estos vídeos: Cómo relajar la mandíbula y Cómo relajar la cara
♥ Recuerda leer, las pautas a seguir, antes de empezar cualquier lección.
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Excelente ejercicios!
Muchas gracias, Ana Cecilia, por tu confianza, interés y lo que se publica en este blog. Saludos.
Me ha encantado lo hice antes de dormir y no me he despertado con dolor de cabeza. Gracias
Qué bien, Feliciana, me alegra leer que te ha ido bien. Gracias por tu interés y confianza. Saludos.
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Exelente me parece ideal para relizarlo antes de dormir, para poder observar como amanecemos con la tension del maxilar.
Sí, Rosana, para antes de dormir y también durante el día cuando sientas tensión en la mandíbula y el cuello. Gracias por tu interés. Saludos.