El lenguaje corporal, moldea nuestra identidad.

El lenguaje corporal influye en cómo nos ven los demás, pero también puede cambiar en cómo nos vemos a nosotros mismos.

La investigación de la psicóloga social Amy Cuddy sobre el lenguaje corporal muestra como las «posturas de poder» —mostrar una actitud de seguridad, aún sintiéndose inseguro— pueden alterar los niveles cerebrales de testosterona y cortisol en el cerebro, e incluso mejorar nuestras probabilidades de éxito.

Podemos cambiar las percepciones de otras personas e incluso nuestra propia química del cuerpo simplemente cambiando las posturas corporales.

Sabemos que la mente puede inducir cambios en el cuerpo y también que a través del Método Feldenkrais el cuerpo puede cambiar la mente.

Si cambias la manera de moverte, cambias la manera de pensar. Moshe Feldenkrais