1. Siéntate en una silla cómodamente, con las manos sobre los muslos y los pies debajo de las rodillas. Cierra los ojos y nota tus “huesos de sentarte” bajo tu parte inferior al empujar sobre la silla. Siente si hay más peso en un lado que en el otro. No cambies, simplemente observa. Siente tu columna desde el coxis hasta la base del cuello y la longitud de la misma.
2. Ahora ponte en la parte delantera de la silla, no te apoyes en la parte posterior. Mira hacia el techo para sentir lo fácil que es y qué tan lejos puedes ver. ¿En qué parte de la columna vertebral puedes sentir en movimiento?
3. Muy despacio, rueda lentamente hasta apoyarte en tus isquiones, nota como tu espalda se arquea un poco y luego vuelve a la posición inicial. Hazlo unas cuantas veces, nota lo que hace tu cabeza al hacer este movimiento. Descansa un momento.
4. Repite los pasos anteriores, esta vez mirando hacia el techo con la cabeza y los ojos mientras ruedas hacia adelante en tus isquiones y de vuelta a la posición neutral. Hazlo algunas veces, muy despacio y fácilmente sin gran esfuerzo. No hagas más de lo que es absolutamente fácil y cómodo. Si tienes dolor, hazlo sólo en tu imaginación, sintiendo como si te estuvieras moviendo.
5. Descansa. El descanso es casi tan importante como el movimiento. Apóyate, si quieres, en el respaldo de la silla.
6. Vuelve a la parte delantera de la silla y esta vez rueda hacia atrás en tus isquiones. ¿Qué hace tu cabeza? ¿A dónde van los ojos? Vuelva a la posición neutral y repite algunas veces, muy lentamente. Es esto más fácil que arquear la espalda? Descansa un momento.
7. Fija los ojos en un punto delante tuyo y mantén tus ojos mirando hacía ese punto mientras ruedas hacia atrás en tus isquiones, arqueas la espalda y dejas la cabeza inclinarse hacia adelante. Vuelve a la posición neutral y repite varias veces. Tomate un breve descanso.
8. Otra vez en la parte delantera de la silla, coloca tus pies y manos como mencioné anteriormente. Vas y vienes: haciendo retroceder tus isquiones, mirando hacia abajo con la cabeza y los ojos y luego vas hacia adelante con tus isquiones arqueando la espalda mirando hacia arriba con la cabeza y los ojos. Repite esto varias veces y descansa.
9. Continua con el mismo movimiento, lo que te permitirá obtener menor rango hasta que encuentres un lugar que no es ni adelante, ni atrás, donde puedas sentarte y respirar con facilidad. Encuentra ese lugar y detén el movimiento y siéntate allí.
La próxima vez que estés sentad@ en tu escritorio o mesa, encuentra ese lugar de nuevo, puedes hacer algunos de los movimientos anteriores, si es necesario, para que puedas sentarte más cómodamente.
¡Disfruta de tu nueva organización!
♥ Recuerda leer, las pautas a seguir, antes de empezar cualquier lección.
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