
Foto: © Rosalie O’Connor
Tu cuerpo responde instantáneamente a los pensamientos e historias que le cuentas. No hay pensamientos sin una respuesta física en el cuerpo.
Pero también funciona a la inversa. Tu cuerpo accede a una gran cantidad de información proveniente de tu entorno, tu historia y tu paisaje interior, y todo eso surge de tu preconsciente para formar pensamientos, emociones y guiar tus comportamientos y creencias.
Saber esto es oro.
Tu cuerpo no sólo te lleva por el mundo: te muestra patrones, te ofrece sabiduría y te guía hacia lo que necesitas.
Pero aquí está la cuestión: a la mayoría de nosotros nunca nos han enseñado a tener esta conversación con nuestro cuerpo. Nos han enseñado a ignorarlo y a sobreponernos; no es de extrañar que nos sintamos desconectados.
Cuando aprendes a escuchar a tu cuerpo:
- Sucede algo mágico. El ruido se calma y de repente, tienes acceso a toda tu inteligencia intuitiva.
- Cuando empiezas a confiar en la sabiduría de tu cuerpo y a vivir desde la plenitud, todo cambia. Empiezas a tomar decisiones desde un lugar más profundo (hola, intuición). Empiezas a sentirte de nuevo a gusto contigo mismo. La forma en que tu cuerpo se relaja cuando vas por buen camino o se tensa cuando algo no va bien.
- Empiezas a sentir la forma en que tu cuerpo se relaja cuando vas por buen camino o se tensa cuando algo no va bien.
- Empiezas a confiar en el pensamiento repentino que surge en el momento justo. La ola emocional que trae información importante. La imagen que te muestra exactamente lo que necesitas ver.
- Tu cuerpo se convierte en la puerta de entrada a tu conocimiento más profundo.
Pero ¿y si te dijera que cada vez que ignoras la sabiduría de tu cuerpo, no solo ignoras tus necesidades físicas? En realidad, creas un ruido interno que ahoga tu capacidad de confiar en tu sabiduría más profunda.
Cuando no estás constantemente ignorando las señales de tu cuerpo ni creando un conflicto interno entre lo que sientes y lo que crees que «deberías» hacer, creas espacio para que toda forma de guía se manifieste con claridad.
Cada sensación, cada impulso de moverte o descansar, cada «sí» o «no» que surge en tu interior, no son distracciones de tu conocimiento más profundo. Son parte de él.
Al dejar de desear que algo especial ocurra, quizá podamos darnos cuenta de que algo especial ya está ocurriendo. — Jon Kabat-Zinn
La opresión en el pecho cuando te excedes o ignoras un límite, es información somática que intenta mantenerte sano y salvo. Pero sólo puedes recibir estas señales con claridad cuando has aprendido a confiar en la inteligencia de todo tu sistema: cuerpo, mente, corazón y ese conocimiento más profundo que lo conecta todo.
Este es el trabajo que más me apasiona: ayudar a las personas a redescubrir esta profunda relación con su cuerpo. Porque cuando te encuentras contigo mism@, no solo te sientes mejor. Te presentas de manera diferente al mundo.
Ahora mismo, al terminar de leer esto, tómate un momento para observar: ¿Qué te dice tu cuerpo? No lo que crees que deberías hacer a continuación, sino lo que realmente sientes que debes hacer. Aunque sea algo pequeño, como estirarte, respirar profundamente tres veces o salir a dar un paseo. Confía en esa señal. Es tu intuición hablándote a través de tu cuerpo.


¡Muchas gracias por sus amables palabras y por tomarse el tiempo de leer y compartir sus impresiones! Reciba un cordial saludo y mi agradecimiento desde Yemen.
Gracias a ti por tu confianza e interés en los artículos de este blog. Saludos desde Barcelona.
Gracias a ti por tus amables palabras, con todo mi cariño y aprecio para ti desde Yemen.
Excelente articulo. Un cordial saludo.
Muchas gracias por tu confianza e interés. Saludos.
¡Qué bien, es todo cierto, gracias! Saludos desde Roma, Rosalba.
Gracias a ti, Rosalba, por tu interés en todo lo que publico. Saludos desde Barcelona 🙂
🌹🌹
Muchas gracias 🙂