Foto: © International Feldenkrais® Federation Archive, Robert Golden

Feldenkrais ayuda en caso de molestias físicas como dolor de espalda, cabeza, cuello y articulaciones, tensión, restricción de movimiento y mala postura. Con el Método Feldenkrais, personas de todas las capacidades y edades pueden aprender mejores opciones de movimiento, reemplazar hábitos de movimiento dolorosos o mejorar aún más las habilidades de alto rendimiento.

Gracias a la mejora del confort físico y a la ligereza, Feldenkrais® favorece también la mejora del estado de ánimo y del pensamiento, es decir, la conexión entre mente y cuerpo.

Por lo tanto, los movimientos no sólo contribuyen a la resolución de problemas físicos, sino que también puede aumentar los niveles de energía, aliviar el estrés y mejorar la respiración y la calidad del sueño.

El aprendizaje requiere sutileza, concentración y atención.

Algunas personas encuentran que Feldenkrais es lento o confuso al principio. Sin embargo, entienden que es diferente, y una vez que tienen la primera experiencia, se convencen y asisten a los cursos o lecciones regularmente. Y entonces empiezan los grandes cambios.

A menudo, la gente simplemente quiere optimizar movimientos problemáticos, como permanecer sentado durante períodos prolongados o subir escaleras sin dolor en las caderas. Sin embargo, los pensamientos y los sentimientos a menudo encuentran un equilibrio diferente después de algunos cursos. Moshe Feldenkrais lo explicó de la siguiente manera: “No hay cuerpo sin cerebro, y no hay cerebro sin cuerpo”, mejorar el cuerpo también mejora la mente, y viceversa.

El método utiliza la exploración con atención plena,  para activar los centros de aprendizaje del cerebro. Una vez ejecutados los movimientos, se transmiten al cerebro y se vuelven a codificar. De esta manera, los patrones de movimiento extenuantes y dolorosos pueden reemplazarse por hábitos más ergonómicos y naturales.

Las lecciones se centran en la relajación, para que sean divertidos para niños y adultos. La diversión estimula la creatividad y la curiosidad, que son necesarias para un aprendizaje y un desarrollo eficaces.

En Feldenkrais se evita el dolor y las molestias,  porque el dolor inhibe tanto la atención como el aprendizaje. No se trata de lo correcto o lo incorrecto, sino de la conciencia individual y la observación del propio movimiento.