Feldenkrais relataba historias que fomentaban el pensamiento y el movimiento flexible.

Moshé Feldenkrais fue artista además de terapeuta y educador, como artista y científico, siempre mantuvo una actitud experimental y continuamente fue más allá de sus propias teorías. En la mente de sus alumnos trataba de provocar ideas creativas y originales. Feldenkrais equiparaba sus clases con los mismos procedimientos en el proceso de aprendizaje para pintar, tocar un instrumento o solucionar un problema de matemáticas y con el don de los pianistas cuando ensayan y que siempre encuentran una alternativa a la habitual. De este modo, creó cientos de lecciones de Toma de Conciencia a través del Movimiento y de Integración Funcional.

Feldenkrais cuenta, que en una ocasión estaba sentado delante de una persona en un tren que leía un libro el cual mantenía al revés, con el encabezamiento abajo y viceversa.

Después de un rato de desconcierto, se preguntaba si esta persona estaba loca, era humorista, o tan sólo fingía ser un esnob, entonces le preguntó por qué tenía el libro del revés. “¿Del revés?” replicó, “¿Cómo puede estar del revés un libro?”. Esta persona fue a la escuela de un pequeño pueblo donde sólo disponían de un libro en la clase. Los niños cada día se sentaban formando un pequeño círculo y leían el libro “en todas las orientaciones”.

¡Piensa y muévete sin límites, en todas las direcciones!