Técnicas para la enseñanza individual (Integración Funcional)
De Moshe Feldenkrais, “El Método Feldenkrais”, ND:
La técnica manipulativa es necesariamente individual y está diseñada para adaptarse a las necesidades particulares de la persona.
De Moshe Feldenkrais, “Cuerpo y Mente”, 1980:
Yo comienzo con la persona acostada sobre su espalda. Esta posición es para reducir la mayoría de la influencia de la gravedad en el cuerpo, liberando al sistema nervioso. La reacción del sistema nervioso a la fuerza de gravedad es un hábito, y bajo estas circunstancias, no hay manera de lograr que los músculos respondan diferentemente al mismo estímulo, lo cual es el principal objetivo para la reeducación del cuerpo.
[…]
En el curso correspondiente yo enseño a las personas usando (más de ) treinta posiciones corporales diferentes, pasando a sentarse, pararse, caminar y balancearse sobre […] rodillos.
De Moshe Feldenkrais, “La dificultad de ver lo Obvio” (Paidos,1991):
La Integración Funcional es esencialmente no verbal. Es efectiva porque la persona lesionada(…) ha perdido la habilidad de ayudarse a sí mismo. Su autoconfianza está tan comprometida que la mayoría de tratamientos producen mejoras superficiales, en el mejor de los casos. (En la Integración Funcional) … están afectadas las sensaciones kinestésicas más profundas formadas en la primera infancia. La persona se retrae de lo que sucede en el mundo exterior y está completamente absorta atendiendo a los cambios que le ocurren internamente. La suavidad en el movimiento del ojo, la rotación de la cabeza, los cambios de presión en las plantas de los pies, la reducción de la tensión intercostal, la ejecución de los patrones de los músculos antigravitacionales para lograr una sensación clara del eje vertical al estar parados, no puede ocurrir sin un cambio completo del funcionamiento neural intencional o de la corteza motora y sensorial.
El tono muscular se hace más uniforme y baja. Prevalece una sensación de bienestar. La respiración se hace más regular; las mejillas más coloreadas. Los ojos más brillantes y abiertos, húmedos y vivaces. Finalmente, uno se frota sus propios ojos como despertándose de un descansado sueño.